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La refinanciación se basa en cambiar las condiciones pactadas inicialmente al momento de obtener un crédito, esta modificación se puede solicitar a la entidad bancaria cuando se considere necesario e implica cambiar las condiciones del contrato sobre las cuales se realizó.
Las refinanciaciones abarcan cambios como ampliación o reducción del plazo inicialmente solicitado, disminución de tasa de interés en algunos casos, cambios en el sistema de amortización, reducción de los pagos mensuales, consolidar pagos, entre otros; para llevar a cabo una refinanciación debe existir un acuerdo entre el cliente y el banco, ambas partes deben estar a gusto con los nuevos términos. Los usuarios utilizan esta alternativa para mejorar su liquidez o aliviar su flujo de caja al pagar cuotas más cómodas o para beneficiarse con términos más favorables para el cliente, la refinanciación puede ser una estrategia útil para reducir la carga financiera y mejorar la capacidad de pago. Al modificar el préstamo con condiciones más favorables se puede utilizar el dinero liberado para liquidar deudas existentes.
Es importante tener claro que la refinanciación no elimina la obligación, simplemente la reorganiza, por esto hay que estar seguro al momento de solicitarla a la entidad bancaria y analizar detalladamente las nuevas condiciones del préstamo y cómo nos beneficia.
Te invitamos a leer nuestro blog: ¿Cómo mantener tus pagos al día?, para que puedas seguir informado.