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En la era digital, la autogestión se ha convertido en una herramienta clave para empoderar a los consumidores. Ya no es necesario hacer largas filas o depender de un asesor para realizar operaciones sencillas o incluso complejas. En la actualidad, gracias a los canales digitales, puedes gestionar tus productos financieros de forma autónoma, segura, eficiente y sin ayuda.
Esto incluye desde revisar saldos y movimientos, hasta pagar servicios, solicitar productos, descargar certificados o actualizar datos personales.
¿Por qué es importante?
- Ahorra tiempo: puedes hacer tus gestiones desde casa, sin desplazarte a otro lugar.
- Te da control: accedes a tu información financiera en tiempo real.
- Fomenta la educación financiera: al interactuar directamente con tus productos, aprendes a manejarlos mejor.
- Es más seguro: reduces el riesgo de fraudes al evitar intermediarios.
¿Cómo puedes hacer la autogestión?
Existen múltiples canales digitales que permiten la autogestión:
- Banca por internet: ideal para operaciones más detalladas como transferencias, pagos o solicitudes de productos.
- Aplicaciones móviles: perfectas para consultas rápidas, pagos y notificaciones en tiempo real.
- Chatbots y asistentes virtuales: ofrecen atención inmediata para resolver dudas o guiarte en procesos.
- Cajeros automáticos inteligentes: permiten realizar operaciones sin contacto con personal.
- IVR (respuesta de voz interactiva): útil para consultas básicas por llamada telefónica.
En conclusión, la autogestión no solo mejora tu experiencia como cliente, también permite a las entidades financieras optimizar los tiempos de atención y ofrecer servicios más eficientes.