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Cuando solicitamos un crédito o adquirimos un producto del portafolio de la banca, es común que se nos hable sobre los seguros. Esto se debe a que existen diferentes tipos de seguros que se ajustan a las necesidades específicas de cada persona o empresa.
Para comprender cómo funcionan, es fundamental conocer que existen dos grandes categorías:
- Seguros obligatorios.
Son aquellos exigidos por la normativa de cada país. Algunos ejemplos comunes incluyen:
- Seguro de crédito hipotecario: protege a la entidad financiera en caso de que el titular no pueda continuar con el pago del crédito.
- Seguro de riesgos laborales: Cubre accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo.
- Seguros deudores: el seguro de vida grupo deudores es una póliza contratada por las entidades financieras con el objetivo de proteger el saldo de un crédito en caso de incapacidad total y permanente o fallecimiento del deudor.
- SOAT (Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito): cubre lesiones o fallecimientos causados por accidentes de tránsito, pero no los daños al vehículo.
- Seguros voluntarios
Son aquellas pólizas de protección que se adquieren por decisión propia sin ser una obligación legal y se adquieren de acuerdo a las necesidades personales o empresariales. Algunos ejemplos son:
- Seguro de vida: indemniza a los beneficiarios en caso de fallecimiento del asegurado. Los beneficiarios pueden ser familiares, socios o amigos. Este seguro suele tener restricciones de edad para su contratación.
- Seguro contra robo: protege bienes ante pérdidas por hurto. Puede contratarse de forma individual o colectiva, y requiere un inventario detallado de los objetos asegurados.
- Seguro de salud: reembolsa los gastos médicos cubiertos por la póliza, ofreciendo respaldo económico ante enfermedades o accidentes.
- Seguro para mascotas: cubre daños que puedan causar las mascotas a terceros, así como gastos médicos, hospitalización y otros relacionados con su bienestar.
¿Cómo elegir el seguro voluntario adecuado?
Identificar el tipo de seguro que necesitas depende directamente de tu situación personal o profesional. Por eso, es recomendable buscar asesoría especializada para tomar decisiones informadas y adquirir el seguro que realmente te brinde tranquilidad.



